La Ribera del Duero es mundialmente conocida por la calidad de sus vinos y su sello de denominación. Sin embargo, también destacan sus impresionantes castillos, entre los que se encuentra el mágico Castillo de Curiel de Duero. Una fortaleza documentada desde el siglo XI, que fue propiedad de varios reyes Castellano-Leoneses y que se encuentra en una roca sobre un cerro a 927 metros de altura.

Aunque antes era prácticamente inexpugnable, todavía hoy es espectacular verlo y preguntarse cómo pudo construirse sobre un lugar así.

A día de hoy, esta fortaleza ha sido reformada en su interior, donde se ha edificado un lujoso complejo hotelero con 23 habitaciones y suites, salones, restaurante, comedores para banquetes, salas de conferencias, salas de música, piscina y solarium en las almenas: el Hotel Residencia Real Castillo de Curiel.

Hotel Residencia Real Castillo de Curiel

Este hotel, que cuenta con una amplia tipología de habitaciones personalizadas y dedicadas a alguno de los personajes que fueron propietarios o vivieron en el castillo, tiene un firme compromiso con su historia, por lo que se pretende que los huéspedes puedan entenderla y respirarla en cada uno de sus rincones.

Entre sus servicios destacan el desayuno buffet, el servicio de habitaciones 24 horas, las visitas a su bodega, el solariu, la piscina exterior y unas habitaciones con comodidades como secador de pelo, climatización personal por control remoto o televisión, además de aparcamiento privado en la misma puerta del hotel.

Bodega en Curiel de Duero

Precisamente la bodega es una de las estrellas del hotel: en las denominadas bodegas “ Castillo de Peñafiel” se elabora su tinto “Viejo Coso”, galardonado con la Medalla de Oro en el prestigioso Challenge International du Vin de Burdeos.

El edificio posee muros impenetrables de dos metros de anchura y unas condiciones únicas donde se encuentra el dormitorio de barricas de roble americano y francés, así como el de botellas. Este conjunto genera una temperatura y humedad constantes que proporcionan al vino el bouquet y las propiedades organolépticas que distinguen su vino entre los más famosos de la zona del Duero.

Hotel en el que alojarse en familia

Gracias a todos estos servicios y a su piscina exterior, este hotel es ideal para alojarse junto a la familia en este caluroso verano. Además, la zona permite un sinfín de variedades de turismo, destacando las rutas de enoturismo y los recorridos por los diferentes castillos de la Ribera del Duero.

Prácticamente todas las habitaciones del hotel son exteriores y ofrecen unas vistas impresionantes sobre el valle del Duero y los páramos. Además, el hotel dispone de cinco suites para las estancias más románticas o de celebración.

Y es que las salas y habitaciones del castillo de Curiel de Duero, en absoluta ruina durante siglos, se han reconstruido pensando en un lujoso relax de sus nuevos ocupantes: el silencio, la naturaleza, el descanso y un exquisito trato.

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